Una colaboracion de Cuarto de Guerra MX

Pero que sucede cuando los mismos berrinches los hacen a los catorce?
Especialistas afirman que psicológicamente es similar pero el control de impulsos se desborda ante una crisis de identidad que el propio adolescente adquiere en la lucha de encontrar su propia identidad y convertirse en una persona independiente.
La adolescencia está considerada como una etapa en la vida en la que se potencializa la creatividad, el talento, las habilidades pero también se corren muchos riesgos.
En el caso de nuestras adolescentes, los riesgos de embarazo forman parte de los mismos riesgos como el acoso y la violencia asi como el suicidio. Muchos adolescentes y las influencias, falsos espejismos, ídolos equivocados que lejos de inspirar sumergen en la adicción o violencia al joven es una constante.

Así con estos factores mencionados han surgido muchos casos publicados en las redes sociales, el niño pistolas o el nino sicario, el adolescente que amenazaba a mafiosos y artistas. Tambien en las redes han surgido los niños que son utilizados por un adulto para amenazar a narcotraficantes, y jóvenes que hacen apología del delito y posteriormente se involucran en grupos de delincuencia y mueren en manos de grupos antagónicos.
Hace unos dias sucedido en la colonia Sánchez Taboada de Tijuana, dos adolescentes asesinan a joven de 16 años. Esta «fascinación por la vida peligrosa» y llena de violencia tiene graves consecuencias, entre ellas la muerte.
Estudios sobre el comportamiento humano señalan que delinquir en la adolescencia representa una lucha contra el orden, sistema derivada de esa etapa de crisis del adolescente, sin embargo jamás debe ser permitido por los padres de familia.
Más del 90% de los adolescentes varones comete actos ilegales, infracciones o actos de rebeldía. Ese comportamiento antisocial, se puede corregir a través del paso del tiempo.
Lo cierto es que en México, aquellos adolescentes que han decidido participar en actividades delictivas comienzan entre los ocho y los catorce años, teniendo una cúspide de sus actos negativos entre los quince y diecinueve como es el caso de los adolescentes citados y que después estos mueren entre los veinte y veintinueve años.

En la mayoría de los casos existen datos importantes que considerar como una infancia marcada por los abusos y la falta de atención por padres y cuidadores, un entorno lleno de violencia y conductas de alto riesgo, disfunción familiar, pero también una búsqueda de poder e identidad de manera equivocada en donde la falta de acompanamiento los llevo encontrar a la muerte a tan poca edad.