La electricidad es un tema de interés y de miedo ante los riesgos que conlleva su manejo, la correcta realización de trabajos eléctricos se basa en una coordinada y planeada ejecución, para obtener los resultados deseados, por ello especialistas del Instituto Regional de Investigaciones sobre Prevención y Participación Ciudadana en Baja California, se dieron a la labor de desarrollar e impartir un curso teórico práctico de electricidad como parte de los proyectos y acciones sociales durante el 2014.
Los especialistas atendieron a más de 100 colonos interesados y comprometidos con la temática que se impartió en las aulas del centro de desarrollo comunitario ubicado en la colonia Ampliación Guaycura del municipio de Tijuana, B.C. desde un inicio del curso se les hizo hincapié en lo riesgoso que es trabajar con electricidad sin un completo conocimiento previo de cómo es su funcionamiento, esto debido a que niños y jóvenes eran los más interesados en las clases prácticas.
El curso inicia creando conciencia de la responsabilidad que se debe tener ante el comienzo de un proyecto eléctrico, minimizando riesgos al manejo adecuado de electricidad e invitando a los asistentes a continuar con el proyecto de aprendizaje continuo en conjunto, como parte de los objetivos además de invertir un poco del tiempo libre de los asistentes para aprender las bases de las instalaciones eléctricas residenciales, así como la autoconstrucción con medidas reguladas por la comisión de electricidad.
Los temas de mayor interés entre la población consistieron en reparaciones básicas en contactos eléctricos y aparatos de uso diario, instalación de lámparas incandescentes, realización de proyectos de ampliación de vivienda y de iluminación en patios exteriores, ahorro de electricidad, como identificar los electrodomésticos que causaban un mayor consumo de electricidad, y las medidas necesarias para para evitar altos pagos de consumo de energía eléctrica.
Brindar cursos y talleres, acompañar a otras personas en su proceso de aprendizaje, proponer espacios libres de violencia, permitirles el crecimiento personal y la unión comunitaria, siempre darán como resultado comunidades menos conflictivas así como ciudadanos más propositivos en las mejoras y cambios que requieren sus entornos.